Stag y la tripulación de la nave Varnish
están en una misión, en respuesta a una señal de socorro de un carguero que ha
sido atacado por los modelos Markus. En lugar de encontrar al enemigo,
descubren un único superviviente.
Nala es humana, y después de haber
sufrido en sus manos durante un tiempo en la Tierra, no hay ninguna especie
quye Stag desprecie más. Pero cuando la pequeña mujer le confunde con un
androide y trata de darle órdenes, Stag decide que ella va a vivir y pagará por
sus desaires.
La Capitana Nalla Vestria ha perdido su
carga, su tripulación y a su padre, sólo para convertirse en la sirvienta
personal de un cyborg. Stag es hosco, malhumorado, y completamente desconfiado
con los seres humanos... por no hablar de que es intenso, mandón y tal vez el
ser más atractivo que Nala ha visto nunca.
Cuando Stag se encuentra temporalmente a
su merced, Nala no está segura de si quiere matarle o besarle. Por otra parte,
la vida es corta. Y opta por esto último.
Nala se convierte rápidamente en una
distracción que Stag no se puede permitir, sobre todo después de que ha tenido
un saboreo carnal de lo esa mujer tiene que ofrecer. Decide llevarla de regreso
a Garden, su planeta de origen, y allí deshacerse de ella, así como de las
emociones que provoca en él.
Pero cuando su viaje a casa se vuelve
angustioso, Nala puede llegar a ser una ventaja más que una desventaja. Para
ambos, para la nave y para el solitario cyborg que está a sus órdenes.
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