Cuando Mari accidentalmente escucha que
Trystan está enamorado, no lo puede creer. Está suspirando por una chica que no
sabe ni que existe. El aire arrogante y la corriente sin fin de chicas no son
más que una fachada. Sólo resguarda su soledad y oculta lo mal que en realidad
está al tratar de huir de una vida que lo ha golpeado con todas sus fuerzas.
Trystan trata de encontrar la manera de
dejar en claro lo mucho que ama a Mari, pero cada beso falso y cada promesa
rota le persigue, porque ella lo sabe todo. Ahora, Trystan tiene que demostrar
a la única chica de la que en realidad está enamorado que ella no es sólo otra
conquista más.
Mari no tiene idea de a quién ama
Trystan, pero puede ver que quienquiera que sea ha capturado su corazón por
completo. Pronto Mari ve al hombre detrás de la máscara, al hombre que Trystan
intenta ocultar con esmero. Todo en él es atractivo, y demasiado difícil de
resistir.
En un momento de desesperación, Trystan
sube una canción de amor que escribió para Mari, pero antes de que pueda
mostrársela, el vídeo se torna viral. Todo el mundo quiere saber quién es, y lo
único que lo escuda es un nombre de cuenta anónima y algunas sombras espesas
ocultando su rostro. Trystan se da cuenta que las consecuencias de revelar su
identidad serán desastrosas. Todo lo que ha intentado ocultar con tanto esmero
quedará expuesto. Es un secreto que es imposible contener y la única chica que
él quería que lo escuchara jamás le creerá.
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