Un oscuramente seductor príncipe guerrero,
Jorlan en Sarr ha sido confinado a piedra por siglos. Maldecido por su hermano,
él puede ver, oír y sentir todo a su alrededor, pero es incapaz de pedir por la
única cosa que lo liberará: un beso de una mujer.
Pero Katie James es arrastrada a la
magnífica estatua en su patio trasero en una forma en que nunca lo ha sido por
nadie. ¿Cómo podía saber que un simple encuentro de labios desataría una pasión
más fuerte que cualquier hechizo y cambiaría su vida por siempre?
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