Ninguna
buena acción queda sin castigo. Stavion sólo había estado haciendo su trabajo
como un Ejecutor, pero ahora se encuentra siendo el líder del antiguo aquelarre
de su enemigo. Y la posición viene con todo un lío de responsabilidad y estrés.
Jory no
puede creer que finalmente esté libre de su prisión. Tiene amigos, ropa limpia,
y una cama caliente por la noche. También tiene a un vampiro muy grande y muy
intimidante reclamando para ser su pareja. No sólo el hombre asusta como el
infierno, pero Jory no es todo lo que parece ser, y mantener el secreto es más
difícil de lo que imaginaba.
Un
obstáculo tras otro es lanzado en su camino para mantenerles separados. Incluso
Jory parece estar luchando cada paso de su camino. Sin embargo, Stavion no va a
darse por vencido. Jory es todo lo que él nunca supo que quería, y está
determinado a tener la última palabra.
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